miércoles, 25 de abril de 2007

CAAMAÑO DEÑO:
Sus Orígenes, Vida y Memoria Olvidada

El Coronel de Abril es considerado como el héroe dominicano de mayor relevancia y valentía del siglo XX en la República Dominicana, por ser el líder revolucionario que encabezó la insurrección popular de 1965 y haber enfrentado la intervención norteamericana y los lacayos criollos en ese año.

Orígenes

Sus descendencias familiares, de condes y condesas, se ubican en Europa desde el siglo antepasado con habitantes portugueses radicados en Galicia, Santiago de Compostela, España.

Algunas informaciones dan cuenta de que en Galicia, hacia la secta década del siglo X1X, en la calle Largaria No. 15 (Altos), residían los esposos señor Ramón Casimiro Cándido Caamaño de Mendoza y García y señora Rita Regina Sanjurjo y Pérez, quienes procrearon dieciséis hijos –doce varones y cuatro hembras-.

Cuatro de los varones mayores de edad (Pedro, Alejandro, Ramiro y Alvaro Caamaño Sanjurjo) emigraron hacia la República Dominicana por problemas políticos y de faldas en su país, luego los dos primeros se fueron para otras naciones latinoamericanas.

Ramiro y Alvaro Caamaño Sanjurjo se establecieron en el Sur de la República Dominicana, contrayendo matrimonios en San Juan de la Maguana con dos hermanas de apellidos Medina Báez. A partir de estas relaciones matrimoniales es que se instituye la raíz de la familia Caamaño en nuestro país.

Entre los hijos de Alvaro y su esposa se encuentra Fausto Caamaño Medina, quien fue secretario de Guerra y Marina durante la tiranía del dictador Rafael L. Trujillo (1930-1960), obteniendo además el rango de teniente general –el más alto de la época- y el puesto de secretario de Estado de las Fuerzas Armadas. A su vez, Francisco Alberto –Francis- era hijo de Fausto Caamaño y Enerolisa Deñó.

Su Vida

Francis Caamaño nació en Santo Domingo, el día 11 de junio de 1932. Se inició en la carrera militar a los diecisiete años, ingresando a la Marina de Guerra, desde donde, ya graduado de oficial, fue enviado a los Estados Unidos a recibir entrenamientos como infante de marina, en las escuelas de Coronado, California y Quántico, en el Estado de Virginia.

Posteriormente ingresó a las filas de la Policía Nacional, obteniendo el rango de coronel, siendo jefe de las fuerzas de choques –cascos blancos- de entonces. Después fue trasladado para la Fuerza Aérea Dominicana, integrándose al movimiento Constitucionalista (militares organizados que abogaban por el restablecimiento de la constitucionalidad, por el golpe de Estado que sufrió el gobierno del profesor Juan Bosch en 1963).

Líder Revolucionario

A sus treinta y dos años de edad fue el líder principal de la “revolución de abril”, en 1965, en defensa de los intereses populares y de la soberanía nacional, ya que el 28 de abril las tropas estadounidenses invadieron nuestro territorio, las cuales fueron enfrentadas por las tropas constitucionalistas, encabezadas por Francis Caamaño.

Presidente de la República y Agregado Militar

El día 4 de mayo del mismo año, frente al Baluarte de “El Conde” o “Altar de la Patria” –donde se encuentran los restos de los fundadores de la República Dominicana-, fue juramentado como presidente constitucional de la República en Armas, por consenso de las cámaras legislativas.

En el año 1966 fue nombrado como agregado militar en Londres, permaneciendo allí hasta 1967; luego partió hacia Cuba, residiendo hasta el final del año 1972.

Su Muerte

En febrero de 1973 encabezó una expedición guerrillera que vino hacia nuestra nación por el pueblo de Azua –en la Región Sur-. Fue herido, hecho prisionero y luego asesinado cobardemente por las tropas del Ejército el día 16 del mismo mes.

Con su muerte se aplacaba el temor en el gobierno, en las Fuerzas Armadas y en los demás cuerpos de seguridad del Estado, supuestamente ante la inminencia de que se pudieran establecer en nuestro país estructuras guerrilleras, como sucede en otros pueblos de América. También, al tratarse de una expedición dirigida por un líder como demostró ser Francis Caamaño, el miedo era mayor.

Memoria Olvidada

La memoria del coronel Caamaño Deñó han ido decayendo con el tiempo, lo que no obedece a ninguna casualidad, sino a que algunos sectores dominantes no les interesa su vigencia.

La poca importancia que le dan los medios de comunicación social dominicanos a la memoria del coronel Caamaño y los reducidos actos que se realizan en su honor, incluyendo el aniversario de su muerte y de las gestas en que participó son motivados por la inversión de valores y descomposición social en que está inmersa nuestra sociedad.

Además, el fin que persiguen algunos sectores poderosos –económicos, políticos y sociales- es el de opacar las figuras de los grandes patriotas para que el pueblo no piense en ellos ni imite sus hazañas y acciones, entonces de esa manera preservar sus intereses obtenidos a costilla del mismo pueblo.

Pero, en cambio, le presentan a la juventud actividades insignificantes culturalmente, arrastrándola hacia los vicios, la corrupción y las malas costumbres. Es decir, estimulan los falsos valores mediante los medios de comunicación social.

Actualmente se mantienen condiciones sociales parecidas a las que existían en 1973, cuando murió el coronel Caamaño, traduciéndose en un desorden en la administración pública, aumentos estrepitosos de la corrupción administrativa en el Estado y el índice de pobreza.

La memoria del héroe constitucionalista seguirá decayendo y quedando desapercibida hasta tanto el pueblo dominicano –verdaderamente dominicano- no se oriente sobre sus hazañas, al igual que las de los demás próceres. Es necesario recordarlos leyendo sus historias para que luego los imiten en el momento histórico oportuno.

Esperamos que las presentes líneas sirvan para refrescar el pasado reciente y que la historia juzgue debidamente a los verdaderos traidores y asesinos del coronel Caamaño Deñó.

¡Loor y paz a sus restos! ¡Que viva su memoria!

martes, 24 de abril de 2007

Mujeres "Motonas" ¿Cómo?

En alusión a la bachata “Nadie Muere Motón”, que se escucha en varias emisoras y en muchos lugares públicos de la República Dominicana, otro artista, en este caso Ricky Domínguez, del Cibao, grabó una nueva bachata titulada “La Motona”.

Esta última bachata alude a que las mujeres tampoco se van motonas, como el caso de los hombres en la otra canción, la cual atenta contra la dignidad de la mujeres.

Naturalmente, aunque la canción sea una respuesta a “Nadie Muere Motón”, se quiere decir además que ninguna mujer muere sin que su marido o esposo le sea infiel.

Inclusive en la bachata “La Motona” se mencionan a profesionales y megadivas, es decir, a todas las mujeres.

Lo que sí sucede es que desacredita a los hombres, cae en lo mismo que la otra composición, a diferencia que esta desacredita a los hombres.

Pero, nuestra consideración es que no es cierto que ninguna mujer muere motona, ya que de la misma manera que hay mujeres que les son fieles a sus maridos, así mismo existen hombres, aunque sean los menos, por el machismo inculcado desde niño por la misma sociedad.

Opino que sí, que hay mujeres que mueren motonas, contrario a lo que dice en sus letras la bachata “La Motona”, porque hay varones que respetan a sus compañeros.

miércoles, 4 de abril de 2007

“Nadie muere Motón” ¿?


Así se llama la canción del género bachata, interpretada en dos versiones por Pepe Corniel y Danhyan –El Vaquero-, la cual se escucha incesantemente en muchas emisoras de radio del país y en distintos lugares públicos.

De igual manera, el cantante Ramón Orlando, interpreta la misma canción, pero en el género merengue, aunque no con la misma pegada que la anterior. Quizo hacer un paralelo con su disco de hace algunos años: “El Venao”, tomando en cuenta que el contenido es parecido, trata de la infidelidad de la mujer.

El término “Motón” se les aplica a algunos animales en la República Dominicana que no tienen cuernos o que se los quitan. Como por ejemplo, un chivo que no tenga cuernos o que se los quiten, se le llama “chivo motón”. También un toro sin cuernos.

Pero, si nos trasladamos al sentido que refleja la canción, se quiere significar que “nadie muere motón”, es decir, que nadie muere sin cuernos.

Más aun, la canción se va más lejos, se refiere directamente a los hombres, ya que dice que un fulano no murió motón, o que otro señor tampoco murió motón, etc.

En sentido general, la bachata “Nadie Muere Motón”, cargada de jocosidad, despierta el morbo entre los dominicanos, debido al machismo arraigado que existe entre los pobladores.

Si entendemos que “nadie muere motón” y se refiere a los hombres, es porque ningún hombre se va al cielo sin cuernos o “cachos” –como le llaman en Quisqueya- y esto implica que la canción insinúa a que todas las mujeres “pegan cuernos”, o sea que les son infieles a sus maridos, lo cual está alejado de la realidad.

Al mismo tiempo, la referida canción atenta contra la dignidad de la mujer, por la razón de que deja establecido que “todas pegan cuernos” o que son infieles a sus maridos, pero no es así, no todas pegan cuernos, “hay muchas que son muy buenas y honestas”.
Recientemente ocurrió una tragedia producto de que un hombre escuchó la bachata “Nadie Muere Motón” y se dio un tiro en la cabeza, porque sus letras no sólo denigran a la mujer, sino que además produce traumas en algunos hombres machistas y los llevan a cometer crímenes y/o a suicidarse, como sucedió en varias ocasiones con “El Venao”, de Ramón Orlando, que envió a la tumba a distintas personas.

La tesis de la bachata “Nadie Muere Motón” se cae, porque muchas mujeres fieles a sus maridos así lo justifican.